Una de las características de la práctica profesional es el respeto de normas referentes al servicio que
garantizan. Sanders y Nafzinger (1974), dan tres razones para justificar la necesidad de establecer normas de evaluación:
1. El hábito en evaluación es un proceso que ha
aumentado considerablemente.
2. Se ha incrementado notablemente la evaluación
en el ámbito educacional.
3. Ha habido un aumento del control sobre el modo de evaluar las prácticas evaluativas..