La evaluación de los programas puede influir en las decisiones y pensamientos de quienes se encuentran en situaciones de responsabilidad; la confianza en la evaluación frecuentemente la tienen audiencias que no pueden evaluar sus méritos.
Se deben considerar cuatro dimensiones básicas de análisis en cualquier proceso evaluativo o metaevaluativo:
a) Utilidad: comprende las normas de evaluación necesarias para que ésta sea informativa, realista y transmisible.
b) Viabilidad: incluye las normas donde se reconoce que un proyecto de evaluación educativo debe ser realizable.
c) Legitimidad o corrección: establece cómo las evaluaciones educativas afectan al ser humano en formas distintas. Pretende que se protejan los derechos de las personas afectadas por una evaluación.
d) Precisión o exactitud: incluye aquellos elementos que determinan si una evaluación ha producido la información técnicamente adecuada y que sus conclusiones se ajusten de forma lógica a los datos obtenidos.